viejo muro de material y ladrillos
revocados,
allá quedan las veces que hiciste
de panfleto matutino;
viejo pizarrón de poemas
y neologismos
de pie a la calle y al hombre;
necesidad de impresión permanente.
¡Pintadas, graffitis para mis idas y
vueltas!
Viejo, fuiste el último de sus paredones.
Hoy solo un bondi pasa a tu lado:
Ventanillas y ojos
que poco más que un matorral
de tinta y pintura;
de papeles y engrudo no suelen ver.
Pastizal,
baldío en piedra olvidado por los niños
y sus dueños.
Ya nadie corre a leer tu cáscara
o nunca nadie se pregunta:
¿Dónde han ido esos poetas
que tan tentador adorno proponían
en ti,
raso paredón blanco?
No hay comentarios:
Publicar un comentario