viernes, noviembre 23, 2012

Mi encuentro con “Toma-y-Da”

Años más tarde me hallé
recluido en el campo       
de los “Ebrios-Muertos”;

mi tarea consistía en humedecer
sus tumbas con los mejores alcoholes.

Puesto que
la sed de los difuntos
es aun  mayor,
mi infernal tarea ocupaba
mí día y noche.

-El campo más bien se
asemeja a un pantano
en su humedad alcohólica
y su suelo de limo

resultado de inagotables
zumos baldeados.-

Ahí estaba el hombre detenido
en medio de las tumbas
y dijo:

“He oído nombrar la ‘abnegación’
                                   y deseo conocerla”

luego pidió un trago del botellón
a cambio de brindarme ayuda.

Entregue el botellón a
“Toma-y-Da” (Tal cual dijo llamarse)

y emprendí viaje fuera del campo
de los “Ebrios-Muertos”.