lunes, marzo 27, 2023

Salvajes bien educados


quiero ver a los míos

a mis hijos

salvajes bien educados

mientras todo camina a una idea

con la que

                    estoy en guerra

 

quiero verlos seguir

cuando la inflamable ola universal

los lleve lejos

los deje lejos de lo humanamente posible

para seguir empujando en masa

a otras víctimas

al hondo reflujo de una vejez prematura

en días eternos

envueltos de cosmogonías mansas

y aburridos paisajes urbanos

ahogados

por voces civilizadas

 

con algo de suerte

voy a verlos esquivando las plazas

las banderas y los estandartes

donde las izquierdas y los reaccionarios

van a soñar

con un mismo cristianismo

¡qué inútil reserva de fuerza

logran domesticar! 

pienso en el relámpago

en el que tarde o temprano

van a desvanecerse sus ilusiones

y sus rebaños

vuelvan a alcanzar autonomía 

y de una vez

logren perderse en los bosques

de su existencia

 

para ustedes

será trepar un sueño irrecuperable

llevar la vida a campo traviesa

respirando

el fresco de los días tranquilos

buscando hacerse del tiempo

entre suaves lloviznas

y despejados paisajes

los veo esperando en silencio

las noches de verano

hasta recuperar el cuerpo en la calma

que suspende las fuerzas

por un vivir sin interrupciones

 

desde ahí será cuestión

de encender la herramienta

que unirá las distancias

que tracen sus pensamientos

tensando el ánimo y los músculos

hacia donde quieran andar        

sus deseos

libres de cara al naranja cálido

del sol más lejano

 

volver perdidos y sin guías

quiero verlos

faltando el respeto al poder

hacer de su respuesta una reacción 

de intensa naturaleza

y cruda visión 

que sea

para los que van a escapar

el abrigo y poema

que no ofrece la civilización.