lunes, octubre 01, 2012

El resto

allá
van los pájaros

a caerse a pedazos
en la tarde;

llenan las copas de los árboles
como hojas vivas,

sacuden los plumajes
por última vez,

antes que el sueño amanse
un sol como aquél;

a prisa vuelan dos aves
al nido alejado,

en las copas, los pájaros,

un ultimo pestañar cálido
esperan atentos,

lo que siempre sucede

-el sol
se pierde-

el azul,
silencia un cielo huérfano,

una mágica hora
que no es noche aún,

los abriga. 

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