martes, julio 03, 2012

Las noches pasando

No hago nada en especial, todo lo que me supone volver de noche a pata o esperar un bondi como un satélite es un cáliz para mí, y casi nunca cruzo a nadie, nunca un fantasma, vi alguna vez un águila fijando un afiche: la cultura es adhesiva, y aunque me dedique de pasada a arrancar sus textos, cada noche otra águila los renueva. Incansables como esta sed de andar pasando las noches en algún allá lejano, tragando calles como quien recorre el pueblo que lo ampara, impaciente por conocer sus límites y ambiciones, muchas veces vuelan alto sus bandadas y mueren en baldíos, y hacen de faro el papelaje ardiendo. Otras tantas, anidan firmes y rapiñan las migas de los hombres más tibios, un suspiro por ellos y paso ancho porque algunos ni dieron tres cuadras a la noche, ni despiertan sin alba. Vencidos a los anuncios hicieron mudas sus dudas y megáfonos sus bocas. Pasaran aún las fuentes impresas, entre postes y paredes entre lo que no se agita en el bosque, a toda prisa de un día dormido a una noche abierta, que espera una idea dispuesta a caminarla, a desabrochar su manto negruzco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario