Hoy son conservadores
hasta las cuerdas de la garganta, que a veces coreaban canciones de protesta,
cerdos de realismo y orden civil, son las panzas hinchadas de los nuevos cerdos
pensadores: hambres de conquistas; acechan párrafos y diálogos sin futuro,
escupen su cebo en los ciudadanos ejército; proponen un romanticismo esclavo, y
con ridícula habilidad consiguen imaginar al hombre moderno; la revolución de
no pasar de moda ideas de mierda con sabor a disciplina; estos bichos amistosos
de la vigilancia y la persecución muerden como empresa el hacer de todos un
solo efecto, una aparente cooperación social, con suerte mucho menos ofensiva y
dañina que la escandalosa telaraña de nacionalismo, que ya ni se calienta en disimular
sus deseos de embalsamar por años el poder; esta pus intelectual brota
frenética contra el no mimetismo, pues son servidumbre de ley bien agradecida, son
el funeral de los pueblos, el almacén de sus líderes; un segmento de la
historia universal empalará a todos ellos, pues son un fosilizado temor que no
preocupa a la dignidad humana: nada de líderes ni nada que agradecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario